lunes, 24 de marzo de 2008

NUESTRO HILO ROJO

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper

En la Luna habita un anciano con tantos años que es llamado el Abuelo de la Luna. El Abuelo vigila el mundo desde su hogar, y su cometido es atar un hilo rojo a la muñeca de todo recién nacido, un hilo rojo con muchas terminaciones, cada una de las cuales atará a las muñecas de las personas destinadas a encontrarse con ese nuevo ser. El hilo rojo se podrá estirar, contraer, enredar, liar, pero nunca se romperá, porque ese hilo rojo es el destino forjado de cada persona.